Como no hay dos sin tres... Miss Tetas, para completar la quiniela, ha seducido a Johnny una vez más. La ninfómana, que lejos de estar cansada, está cada día más excitada, despliega sus armas de mujer y atrae al agricultor como la Flautista de Amelí.

Johnny, claro está, se deja hacer por la profesional. Si tenemos en cuenta que dentro de poco saldrá y tendrá que conformarse con el mazapán de la Chumi hasta que la operación de cambio de sexo se pueda llevar a cabo... Es lógico que quiera volver a probar el rico sabor de una verdadera mujer.
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