Reina de los Giles se siente vencida. Nadie quiere jugar con ella. Mira a todos los de la caja... Rossi, no. Miss Tetas tampoco... Pozi menos. ¡No hay nadie! Pero espera. En la cama... ¡MmmMmmm! ¿Cómo se llamaba esa chica?... ¡Lapi!
La ludópata expone el plan perfecto para captar una nueva jugadora. Hace café y se lo da a beber por la boquita. Lapi, al instante, abre los ojos y empieza a correr como una loca para liberar toda esa energía acumulada durante todos estos largos años de invernación.

¡Por fin! Reina de los Giles se pone a perseguirla como una posesa gritando que ella se la queda. Así pasan horas, y horas, y horas... y días, y noches, y días, y noches.
¡Lapi ESTÁ VIVA! ¡¡ESTÁ VIVA!!
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